lunes, 6 de octubre de 2008

PURA VIDA


Sucedió que sus rayos despertaron mi día, acariciaron mi cara me abrazaron de Paz y salimos buscando la pequeñas orillas que dejaron una día el recuerdo del mar.

Si dejamos de olerte, de sentirte y amarte no somos complementos de la arena y la sal.
Y te busco y te sigo a dónde quiera que vaya pues la mar fue un día la que me pudo enterrar.

Hoy disfruto contigo de tus olas y vicios que forman parte del mismo de este tiempo con mar.

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